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vdallos
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Competencias con carritos de control remoto en pistas llenas de peligros. Eso es R.C. Pro-Am para la NES.
CONTACTO INICIAL
Cuando era niño uno de los regalos más codiciados por mis amigos eran los carritos de control remoto. Yo tenía alguno no muy rápido, pero entre algunos vecinos se dio una competencia muy divertida porque les regalaron carros altos y muy veloces. Armábamos una pista en un parquecito cercano y competían por la gloria. Los que no teníamos carros tan rápidos normalmente hacíamos de la competencia una pista de obstáculos buscando sacar a los otros del circuito.
Con la llegada de mi NES también pude alquilar varias veces un jueguito que traía estos carritos en portada. Allí si que pude compartir y ganar varias veces.
HISTORIA
No tenemos nada que nos narre trama o historia, entonces aprovecho para contarles que este juego fue desarrollado originalmente por Rare con el nombre original de Pro-Am Racing y lo anunció en 1987, pero fue publicado para la NES en 1988. Rare es la compañía detrás de los juegos de Donkey Kong Country de SNES o la mayoría de los juegos famosos de la N64.
Más tarde salieron otras versiones en Genesis y además se inspiró a un nuevo enfoque en los juegos de carreras. Yo jugué más tarde el Rock & Roll Racing y el Juego de los Motorratones de Marte que usaban un esquema de control y perspectiva similar.
JUGABILIDAD
La perspectiva isométrica hace que este juego se controle como si estuviéramos viendo un carrito de control remoto desde arriba. Con un botón aceleramos y con el pad direccional giramos a derecha o izquierda del carrito. Sobre la pista encontraremos mejoras para el auto, como velocidad, agarre, turbos, invisibilidad temporal, armas o bombas que servirán para entorpecer el recorrido de nuestros rivales.
Competiremos en circuitos contra otros tres adversarios y cuando alguien complete el número de vueltas nos clasificarán. Si terminamos de últimos veremos la pantalla de game over y debemos empezar el circuito.
Si logramos recolectar unas letras coleccionables cambiaremos de tipos de auto y correremos así por más de 24 pistas. Pasar el juego completo puede tardar una media hora si tienes práctica, pero seguramente deberás repetir varios de los circuitos finales y también podrás seguir corriendo si quieres, pero repitiendo pistas y con los autos que tengas.
El juego empieza con una dificultad sencilla, pero a medida que avanzamos se harán más complicadas las pistas pues incluyen charcos en los que resbalaremos, además los contrincantes tenderán a quedarse pegados a nosotros, por lo que cualquier error nos costará puestos ya que el juego abusa de el “rubber band”.
GRÁFICOS
Lo primero a notar es que la vista es isométrica, los autos en pista son iguales entre sí, pero con diferentes colores. No podemos personalizarlos, pero al pasar de categoría cambian sus tipos. Las pistas están decoradas con temáticas simples de bosques y los elementos con los que podemos interactuar, como ítems a recolectar, charcos, aceleradores o rampas están claramente identificadas. En algunos circuitos, con pistas algo angostas y llenas de charcos de aceite, nos será difícil apreciar el trazado por la velocidad del juego.
SONIDO
Durante las carreras no tendremos música. Apenas una indicación de conteo para iniciar o una fanfarria al terminar. Los efectos de sonido están presentes con el sonido del motor del auto, los disparos o derrapes. Hay una cancioncilla pero está para en la pantalla de encendido del juego y en las de cambio de carrera.
COMENTARIOS FINALES
R.C. Pro-Am no es sólo uno de mis juegos favoritos de la NES, también es uno de los más alabados por la crítica pues en su momento supuso un cambio importante en el género de carreras, colocándolo entre los mejores juegos de la historia según algunos listados de revistas de videojuegos.
Sus aspectos técnicos son más que competentes para su consola de origen, el control es sencillo y muy divertido. Vale la pena jugarlo, pero las versiones de este tipo de juegos en consolas posteriores lo hacen palidecer. Otras series como Micromachines beben de su concepto y pusieron a Rare como una compañía digna de seguir en su momento.
El juez goomba dice… ¡Comprable!
Desarollado por Rare y publicado para la NES en 1988, tuvo versiones posteriores para SEGA Genesis, GameBoy, Arcade y una secuela en NES. El cartucho original suelto es bastante común y no muy costoso, además con la nueva estrategia de Microsoft (los dueños actuales de Rare y sus licencias) tenemos una versión incluida para la NSO de la Switch.
Valorado 9/10 charcos de aceite
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