No entiendo porque los cavernícolas fueron tan populares durante un par de años en los noventa, pero este es otro juego de esa tendencia.
CONTACTO INICIAL
Casi todos mis amigos y conocidos entre 1991 y 1994 tenían una famicom o una SNES, dependiendo de su presupuesto y su contacto con el mundo de la tecnología, pero como pasa siempre, un amigo, quien sabe de dónde, consiguió una Sega Genesis con una cantidad razonable de cartuchos que jugábamos con alguna frecuencia, yo no lograba avanzar en casi ninguno, excepto en Chuck Rock.
Y es que la mayoría de los títulos de esa plataformas requerían buenos reflejos y/o jugar con alguna frecuencia para aprender patrones o desarrollar memoria muscular, lo que no iba a pasar con una hora de juego al mes. Muchos años después cuando tenía el catálogo casi completo de la consola en la punta de mis dedos, este fue uno de los que retomé y terminé.
HISTORIA
El juego carece de introducción, así que tuve que buscar en el manual para poder recordar de que iba. Chuck, un cavernícola perezoso, disfruta su día viendo televisión y bebiendo su refresco favorito. Mientras tanto, su esposa Ofelia realiza las tareas del hogar sin imaginar que su día está a punto de cambiar. De repente, Gary Gritter, quien ha estado enamorado de Ofelia desde hace tiempo, la golpea por sorpresa y la secuestra. 
Al oír el alboroto, Chuck sale a investigar y descubre solo ropa tirada y huellas en la tierra. Decidido a rescatar a Ofelia, Chuck comienza su búsqueda siguiendo las pistas que dejó su captor. Y eso es literalmente todo, pues no existen detalles adicionales, ni cuadros estáticos entre escenarios y al final no supe ni quien era el villano, porque nunca le vi la cara. 
JUGABILIDAD
Este es un juego clásico de plataformas donde controlamos a Chuck, quien debe avanzar por distintos niveles saltando, esquivando obstáculos y enfrentándose a enemigos prehistóricos, con algunos movimientos como un barrigazo o una patada al saltar, que la verdad tienen poco alcance. 
El sistema de control es fácil de dominar y la respuesta es consistente, lo que facilita adaptarse a los desafíos de cada nivel. Igual como el alcance de nuestros golpes es bastante limitado vamos a estar muy cerca de recibir daño, afortunadamente no morimos con un solo golpe, sino que baja nuestro nivel de corazón y se puede recargar con alguna frecuencia con los que encontramos en el camino.
Una de las mecánicas más distintivas es la posibilidad de mover rocas para alcanzar plataformas, bloquear ataques o resolver pequeños rompecabezas. Este elemento nos obliga a pensar un poco antes de avanzar, diferenciándolo de otros títulos de plataformas de la época.
El diseño de los niveles combina secciones de combate y exploración, con una progresión que introduce nuevos tipos de enemigos y obstáculos gradualmente, mientras visitamos áreas como la jungla, una cueva, o zona nevada. La dificultad aumenta de forma equilibrada, premiando nuestra memoria y precisión. 
En conjunto, el juego ofrece una experiencia accesible, pero con suficiente reto para mantener el interés hasta el final, al inicio es complicado acostumbrarse al limitado alcance de nuestro ataques, pero poco a poco se le toma el ritmo y conociendo los niveles el juego se puede completar en unos 30 minutos aproximadamente. 
GRÁFICOS
El estilo visual es caricaturesco, con escenarios coloridos que representan selvas, cuevas y zonas rocosas con muchas cosas sucediendo en pantalla. Los personajes tienen animaciones exageradas y expresivas, lo que refuerza el tono humorístico del juego.
En la versión de Genesis, los gráficos mantienen una buena definición y colores vivos, aunque algo más apagados en comparación con otras ediciones. Igual todo se mantiene fluido sin mayores ralentizaciones, lo de demuestra que supieron aprovechar las capacidades de la consola. 
SONIDO
El apartado sonoro combina melodías animadas con un tono cómico que encaja con el estilo general. Cada nivel tiene su propio tema musical, con ritmos pegajosos y un uso marcado de percusiones que acompañan bien la acción sin resultar repetitivos, siempre y cuando logremos avanzar a un ritmo razonable.
Los efectos de sonido refuerzan el humor y la energía del juego: los golpes, saltos y gruñidos de Chuck son claros y distintivos, con algunos fragmentos de voz digitalizados. En la versión de Genesis, el sonido es algo más metálico que en otras consolas, pero mantiene su carácter divertido y reconocible a pesar de que el chip de sonido de la plataforma dejaba bastante que desear.
COMENTARIOS FINALES
Si bien no es ninguna maravilla, Chuck Rock es un título entretenido que requiere no solo buenos reflejos sino también algo de percepción ambiental para resolver sus sencillas acertijos con las rocas que encontramos en el camino, la música es entretenida y si bien esta edición carece de cinemáticas o historia, el personaje caló lo suficiente para recibir una secuela y se merece una oportunidad de jugarlo.
El Juez Goomba dice… ¡Alquilable!
La edición de Genesis, junto a la de SNES, que salió algunos meses después, fueron bastante populares y conseguirlas en buen estado no es tan complicado, otras versiones son bastante costosas, las ventas justificaron una secuela que puede que reseñe en otra oportunidad. 
Valorado en 7/10 barrigas cerveceras









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